Han vuelto al alojamiento a comer (tabule, arroz con pollo, helado). Como ha hecho buen día han comido al aire libre.
Por la tarde han iniciado la visita al castillo de Queribus. Caminar, caminar, subir, subir,...Eso sí, la ascensión ha valido la pena: las vistas son geniales.
Por la tarde-noche han cenado (pizza, pescado rebozado y chocolateros de postre) y después han tenido juegos en la playa.
Se respira muy buen ambiente entre todos los chicos. En cuanto al idioma, todo es en francés. Están muy atentos a las explicaciones de los guías y se alegran porque entienden casi todo lo que les explican.